domingo, 15 de abril de 2012

Brink R/evolution begins

Llevamos tanto tiempo jugando a títulos buenos, pero tan parecidos entre si, que confiábamos en Splash Damage para que aportase un soplo de aire fresco al género de los FPS con el lanzamiento de‘Brink’. No es que la expectación haya sido espectacular, de hecho me juego el cuello a que muchos de los que leen ahora esto ni siquiera conocían la existencia del título.



Pero sin embargo los que sí esperábamos como agua de mayo cada nueva actualización de detalles y vídeos, teníamos la fe de encontrarnos un título notable, con un diseño diferente, unas opciones de personalización que alargarían la vida del juego, y ese efecto nostálgico que rememoraba a los movimientos de ‘Mirror’s Edge’ provocados por el sistema de control SMART. Pues bien, bienaventurados aquellos que ignoraban la existencia de Brink, porque tal y como descubriréis en el siguiente análisis, a los demás nos han pegado un palo que poco podíamos prever.



Dejémonos de milongas, ‘Brink’ debería haber sido un título multijugador, a secas, puesto que es ahí precisamente donde reside su gracia. Quedas con amigos, formas un equipo y os compenetráis entre vosotros para alcanzar los objetivos típicos. Que si protege al rehén, destruye esa puerta… no han inventado nada, pero al menos la fórmula continúa funcionando. Consigue experiencia realizando lo que se te indica mientras vuelas alguna que otra cabeza y al volver al menú podrás ganar nuevas ropitas, accesorios de armas, habilidades.

Pero amigos, ‘Call of Duty’ ha hecho mucho daño, y si algo apremia aquí es conseguir el máximo de puntuaciones posibles para desbloquear esto o aquello, por lo que el resultado siempre suele derivar en un “tonto el último“ que poco o nada tiene que ver con el planteamiento cooperativo que promete el juego.

Se ha intentado solventar con las bonificaciones por ayudas a compañeros, como por ejemplo curar a un caído en combate, pero a la vista está que o te buscas gente con ganas de jugar como es debido y organizáis vuestros ataques o te puedes morir de asco esperando a que un niño australiano se acerque a echarte una mano.

Es curioso como últimamente los juegos intentan camuflar una mecánica simple pero efectiva con un trillón de opciones que finalmente acabarán por caer en el olvido. En el caso de ‘Brink’ esta distracción la ofrecen las opciones de personalización, con muchísimas armas distintas y aún más accesorios. Pero como a la que nos hemos acostumbrado es a la del principio, pronto dejaremos de lado esa, aparentemente, útil opción.



Sumemos le su apartado gráfico, que tiene unos diseños tanto de escenarios como de personajes bastante originales. Pero eso lo podrás comprobar cuando el motor del juego te los muestre tal y como son, y no como una maraña de polígonos con texturas difuminadas. No dejemos dudas en el aire, eso es algo que pasa más de lo que debería.

Y entonces saltamos al sello diferenciativo de ‘Brink’. Precisamente ayer mi compañero Villalobos se molestaba en hacer una ligera comparativa entre el movimiento de los personajes de ‘Brink’ con los de ‘Mirror’s Edge’, ambos inspirados en el parkour. Si bien me considero un enamorado de la profundidad en el control de la aventura de Faith, aquí me han dejado completamente frío, con un sistema que funciona y aporta agilidad a las partidas pero que sin embargo no sirve absolutamente de nada en el 90% de los casos. Es más, empieza a correr por las barandillas y a saltar de un lado a otro y pronto verás cómo te han pegado un escopetazo en la cabeza que ni siquiera sabes de dónde ha venido.


PUNTUACIÓN:
-GRÁFICOS:65
-SONIDO:80
-DIVERSIÓN:70
-INNOVACIÓN:75
-TOTAL:72
Brink prometía ser una revolución, tan solo es un título del montón, con buenas intenciones... nada más.


2 comentarios:

  1. Lo que deberia hacer Tony es hacer encuestas con el consentimiento de Angel y no bajar la audiencia ¬¬

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  2. y Angerl deberia dejarme en paz...(me siento bipolar)

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